Como era de esperar, la alarma social que se ha generado en torno al Coronavirus es increíble. ¿Qué opináis al respecto? Os dejamos algunas pautas sobre comunicación y gestión de crisis desde el punto de vista de la empresa o institución afectada.
Este título, la Comunicación en tiempos de crisis, guarda cierta similitud preocupante con la famosa novela “El amor en los tiempos del cólera” ya que ante la crisis global que estamos viviendo con el COVID-19 y el cólera, la respuesta puede ser similar. Las consecuencias que producen en términos económicos y psicológicos tienen un efecto paralelo, en especial en un mundo tan sensible con la información y la publicidad como el actual.
¿Qué podemos hacer ante esta situación a nivel informativo cuando tenemos una empresa o institución relacionada con la crisis?
Existen varias premisas cuando nos enfrentamos a una situación de calado de este tipo y la razón y la ética deberían primar ante cualquier información, ya sea a través de medios de comunicación, instituciones, empresas o a nivel personal.
Estas serían las pautas aconsejables si nos tenemos que enfrentar a una crisis dentro de nuestra marca:
- Reunir toda la información necesaria y nombrar a un interlocutor válido. Un único interlocutor que canalice las declaraciones.
- Evitar los silencios informativos. Transparencia y rapidez. No ocultar datos para suavizar el impacto real. La ausencia de información se traduce automáticamente en especulación y las famosas fake news. Y nuestra imagen sale claramente dañada.
- No ceder a la presión mediática e informar por acallar a la prensa. O dar información únicamente a los medios afines. No utilizar el off de record. Se debe gestionar la información con coherencia y sensatez. No contribuir a la alarma social.
- Determinar el formato a través del cual se transmitirá la información: nota de prensa, comunicado oficial, rueda de prensa, redes sociales, reunión con representantes… Y facilitar un teléfono, email o lugar de contacto en todo momento.
- Monitorizar a los principales medios y hacer seguimiento de nuestras declaraciones y reaccionar ante cualquier malentendido. Aclarar, ratificar datos, informar o corregir…
- Determinar las pautas informativas en caso de que la crisis se extienda en el tiempo. Proponer horas a las que se actualizará la información.
- En caso de la empresa privada, establecer un plan de acción para recuperar la imagen anterior a la crisis o redireccionar la estrategia anterior.
Tratar información sensible es como manejar una bomba…
En definitiva, tratar la información como una bomba de relojería, manejarla con sensibilidad y decisión pero siendo conscientes de que si no lo hacemos correctamente podríamos hacer saltar por los aires la imagen de la empresa, institución o la nuestra propia.
Y si dentro del equipo nadie se ve capaz de hacerlo…déjenlo en manos de los profesionales (gabinetes especializados en gestión de crisis, periodistas o asesores experimentados…) ¿o si existiera una bomba en tu casa no dejarías que la desactive un TÉDAX?.
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